UNA BELLA PALABRA (2016)


La primera vez que leí y oí o reoí,
conscientemente al menos,
la paraula escletxa
(que m’agrada malpronunciar com escletxá)
su sonido-el seu so, su morfología
evocó y revolvió en mí records
records molt llunyas
playas, montañas y ríos
de mi Cataluña natal e infantil
y de mis juegos vividos y compartidos allí.

L’agafé com un jouet
la miré de frente
al derecho y al revés
la leí y releí
la pronuncié bé i mal
en voz alta y també murmuran
y me pareció una paraula hermosa.
Té unes quantes y pareguts significados:
grieta, roto, brecha pero també rendija.

Rendija por la que mirar, observar
espiar si queréis
siempre al otro lado del muro
hacía otros mundos
quizás hacía esos mundos paralelos de los que a veces sents parlar
mundos con los que soñar
visiones a veces distorsionadas
y a veces muy, muy enfocadas
pero sobre todo te da la posibilidad,
si eres rápid clar,
de situarte al otro lado
y verte a ti mismo
y ver y percibir cosas (rasgos físicos)
cosas buenas o malas
buenas y malas
pensamientos muy interiores
sentimientos aún más escondidos
que a vegadas , moltas vegadas,
nos cuesta conocer y reconocer
y que nos sorprenden
y nos sorprendemos pensando
¿seré yo?
y més aún ¿quién soy yo,
el observador o el observado?

Es una paraula con muchas posibilidades
físicas y metafísicas
pero más allá de todo eso
es una palabra bella, una bella paraula.

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