La vida es eterna en cinco minutos (2018)
Título en homenaje a
Víctor Jara .
¿Puede caber la eternidad
en unos minutos?
¿Pueden unos minutos
acoger nuestra eternidad?
En realidad el tiempo no
existe
Solo nuestro concepto de
él
Y sin embargo nos lo
hurtan
Nos roban con premeditación,
alevosía y nocturnidad nuestro tiempo
Nos roban la vida
No nos roban nuestra
sanidad, nuestra educación, la tierra, nuestras casas…
No nos roban la maldición
bíblica del trabajo
Que por otro lado y ya
que tanto hablan de su bondad
Y que tanto parece
gustarles
Que se lo queden
Que no hagan ejercicio de
generosidad dejándonoslo a nosotr@s
Que se lo queden
Pero no, no nos roban
nada de eso, que también
Nos expolian el tiempo
que dedicamos a intentar satisfacer su insaciable voracidad
Nos roban la vida
Dedicamos más tiempo a
interiorizar su concepto de vida que a vivir
A vivir el poco tiempo
que nos queda después de este proceso de asimilación
Y de alimentar a la
bestia voraz
Nos están ganando, nos
ganan
Por eso quizás nuestra
única oportunidad de salvación sea decirles:
Muy bien, habéis ganado
Aquí lo tenéis todo, no
lo queremos:
Casas, colegios,
hospitales, bancos, empresas, trabajo…
Sobre todo trabajo, su
trabajo y de propina
Su policía sicaria, sus
tanques, aviones y uniformes
Sus jueces justicieros,
sus burócratas y polític@s
E irnos a vivir y a ver
la tele, pero otra, virtual
Aquella en la que
veríamos como hienas y buitres desconcertados
Sin saber a quién morder,
se atacaban entre ellos
Y se desangraban y las
flores florecían de nuevo
Quizás esta fuera, sea,
la verdadera revolución
La, hoy, única revolución
posible
No perseguiría la
conquista del poder
Ni el cambio de poder, ni
siquiera
La destrucción del poder
Por eso sería
desconcertante e imparable
Porque su único y sublime
objetivo sería
Vivir, vivir.
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